Pese a ser una de las enfermedades más antiguas del mundo, aún hoy sigue rodeada de temores, mitos y sobretodo de estigmatización.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), este trastorno neurológico afecta hoy en día a "6.5 millones de personas, y cada año se diagnostican 2,4 millones de casos nuevos". (Hasta somos una población más grande que Monaco.)
He dicho en muchas ocasiones que cada vez que me presento digo que tengo epilepsia y luego de esto vienen muchas interrogantes pero algo curioso es que siempre me dicen que, en algún momento de su vida conocieron o conocen a otra persona con esta misma condición. ¿A donde vengo con esto? Como ya lo dije antes, la epilepsia es una enfermedad TAN ANTIGUA como la humanidad. Este trastorno era recibido como un castigo de los dioses o una posesión diabólica.
Los griegos fueron los primeros en incluirla entre las enfermedades físicas y ya Hipócrates, el padre de la Medicina moderna (460 AÑOS ANTES DE CRISTO), explicaba que la epilepsia no es más divina ni más sagrada que cualquier otra enfermedad.
En el mundo hay muchas organizaciones, federaciones, inclusive personas autónomas que han realizado campañas, libros, actividades, etc. para concientizar la epilepsia año tras año. De hecho, lo hacen diariamente. ¡Yo trato de ser una de ellas! pero ¿por qué aún nos siguen denigrando?
Me he topado con personas que tienen hermanos con epilepsia y creen que es un demonio que los tiene poseído, hay personas que son rechazadas o botaron de un trabajo por padecer esta condición o que ellos mismos piensan que tienen "un problema" porque la misma sociedad así se los dice. Que de hecho, hay leyes que nos protege:
Con todo lo antigua que es esta condición y lo tanto que hacemos para concientizar, en China e India, la epilepsia es considerada a menudo como motivo para prohibir o anular el matrimonio, Olivia Salvati, una chica de 21 años, contó que cuando era pequeña sus profesores la castigaban mucho porque no prestaba atención y resultó que padecía de crisis de ausencia o hasta en mi caso, una vez me expulsaron de una academia de modelaje por convulsionar en un desfile y diciéndome que "personas como yo deberían pasar todo el día en una cama".
Entonces, ¿cómo es que una de las primeras enfermedades descubiertas puede ser tan estigmatizada socialmente? porque estropea la "identidad normal". Así de simple. Cuando la sociedad se enfrenta con personas con las enfermedades mentales, las discapacidades físicas, la obesidad, el ser hijo ilegítimo, la orientación sexual, la identidad de género, el color y tono de piel, la nacionalidad se asombra de que esto no está dentro de lo normal y por eso se estigmatiza y es ahí donde experimentamos discriminación, insultos, ataques e incluso asesinatos.
Si nos damos cuenta después de VEINTIÚN SIGLOS, seguimos usando las mismas técnicas de castigos que eran implementadas en la Antigua Grecia. De hecho, muchos psicólogos consideran la estigmatización y estereotipación consecuencia de las limitaciones y ausencia de habilidades sociales de determinadas personas, así como de la información y experiencia social a la que se ven expuestas.
El estigma social nunca va a desaparecer hasta que ellos comprendan que pueden estar en la misma situación.
Concienticemos cada día más, pero también enseñemos a estigmatizar menos. Hagámoslo porque el día de mañana puede ser un amigo, un familiar, incluso tu quien estés en la misma situación pero sobretodo hagámoslo por amor.
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