Hoy les traigo 3 ejercicios para aplicar al momento de sentir esos feos auras.
Para los que no saben, el aura son esos síntomas o sensaciones, como destellos de luz u olores extraños, que normalmente preceden a la migraña, las convulsiones u otros eventos neurológicos.
El aura puede incluir cambios sensoriales como:
Luces brillantes.
Puntos que se multiplican lentamente.
Distorsiones en el tamaño o la forma de los objetos.
Escuchar voces o sonidos que no están ahí (alucinaciones auditivas).
Sensaciones de entumecimiento u hormigueo en un lado de la cara o del cuerpo.
Ansiedad o miedo.
Náuseas.
que muchas veces no sabemos identificar tan fácilmente o que, en su momento, no sabemos manejar y por consiguiente, experimentamos una convulsión.
Así que, hoy te daré 3 ejercicios los cuales puedes emplear al momento de sentir un aura.
#1 MASAJES.
El masaje puede considerarse como una técnica, un arte o hasta una ciencia, ya que implica cuestiones biológicas, médicas, psicológicas y de otros ámbitos. Se considera que los masajes pueden ayudar a la relajación muscular, a aliviar dolores y a inducir el sueño.
Es importante destacar que nuestro cuerpo antes de presentar una crisis manifiesta sensaciones de olores o sabores, percepción de sonidos raros, visión borrosa, miedo/pánico, entre otros. Justamente hacerse un masaje en el momento preciso relaja la zona tensa, mejora la circulación, brinda confort, regula la tensión y esta puede evitar un ataque convulsivo.
Esto, realmente lo descubrí muy recientemente, cuando tuve una crisis en una sesión fotografía y en medio de la multitud se encontraba una doctora. Al terminar la fase postictal, que es el período de recuperación después de la convulsión, me hizo un masaje en el cuello y mi restablecimiento luego de la crisis fue de inmediato.
Desde entonces esto lo aplico cuando mi cuerpo está reluciendo algunas sensaciones y me funciona al 100%. Se los recomiendo.
#2 LOS “MANTRAS” DE LA SEGURIDAD.
Los mantras son frases de poder, son frases que te sirven de detonante para recordar la manera en la cual tú quieres actuar en una situación concreta. Por ejemplo, uno de los mantras que siempre me repito cuando siento un aura es “Todo está bien, tú estás bien, nada pasara.” Si la palabra tiene un gran poder, cada vez que la pronunciemos definirá en gran medida nuestro comportamiento.
Lo que sucede, es que nos aseguramos de “programar” nuestro cerebro casi tan parecido como lo hacemos en una computadora. cuando nos aseguramos de ingresar en el sistema la información correcta de modo que sirva para usos futuros. En nuestro caso se trata de crear pensamientos positivos para moldear nuestras acciones según que deseemos alcanzar. Recuerda siempre que la forma en que pienses, sientas y actúes es la base de tu rendimiento.
#3 ESCUCHA TU CUERPO
Muchas veces nuestro mismo cuerpo nos manda estas señales indicándonos que debemos hacer "stop" a lo que sea que estemos haciendo. Si eres del tipo de persona que aun no ha identificado esas sensaciones, es porque probablemente no le has prestado la suficientemente atención a esos avisos que tu cuerpo te está enviando.
Un aura, frecuentemente, es la primera señal que sentimos antes de convulsionar. Esta puede durar entre unos segundos hasta 60 minutos. Tiempo suficiente para reaccionar y aplicar los ejercicios ya mencionados.
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